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La reforma judicial impulsada por el Poder Ejecutivo ha ganado hasta ahora más detractores que adeptos. Así es que desde el sindicato de empleados judiciales que lidera Julio Piumato han lanzando ayer un paro por 72 horas desde el miércoles.
El rechazo al proyecto de ley es parcial. Así lo advirtió el dirigente moyanista, quien sostuvo que marcharán por las calles del microcentro porteño en repudio a las tres normas que obtuvieron dictamen favorable en el Senado. “Con las otras tres leyes que entraron por Diputados estamos de acuerdo”, puntualizaron fuentes judiciales.
Lo cierto es que Piumato se ha sumado a los colegios de abogados, referentes de la justicia y partidos opositores que rechazan la elección por voto popular de 12 consejeros de la Magistratura, la creación de tres Cámaras de Casación en los fueros Contencioso Administrativo; Laboral y de Seguridad Social y Civil y Comercial y la restricción de la vigencia de las medidas cautelares.
En este marco es que la Unión de Empleados Judiciales de la Nación ha planteado una crítica parcial, ya que expresaron su conformidad con los otros proyectos que entraron a la Cámara Baja.
Sin lugar a duda, la medida de fuerza tendrá impacto en los lugares de trabajo y afectará la atención al público. Por esta razón, no habrá concurrencia al trabajo en lugaresdonde el gremio tiene afiliados. En el interior del país el gremio resolvió directamente no asistir a las oficinas durante esos tres días.
De esta manera es que el gremio alineado al líder camionero Hugo Moyano aportará desde otro plano el rechazo a la reforma que poco a poco va sumando críticos. Sin embargo, todo indica que en el Congreso nacional la reforma judicial avanzaría fácilmente.
“Vamos a defender la Constitución nacional y la división de poderes. Se propuso en el plenario y fue aceptado”, disparó Piumato.