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Resulta que el Consejo Federal del Fútbol Argentino sancionó con la quita de puntos a los clubes tucumanos Concepción F.C. , Deportivo Aguilares y Atlético Famaillá, todos del torneo Argentino B, lo que implicaba la no clasificación del primero y el descenso directo de los otros dos.
Tal resolución, cabe consignar, le permitía a River de Embarcación mantener la categoría, pese a verse perjudicado permanentemente por los malos arbitrajes, como en su útlimo partido jugado en Monterrico, Jujuy.
Los clubes tucumanos, lógicamente, apelaron la sanción, y al parecer por la influciencia ejercida por el gobernador de esa provincia, la AFA decidió dejar sin efecto las medidas del Consejo Federal.
En consecuencia, Concepción F.C. entró a la ronda final de dicho campeonato y Dep. Aguilares salvó la categoría en detrimento del equipo de Embarcación.
Visto así, queda en evidencia que no hubo ninguna influciencia o gestión por parte del gobernador salteño, que en materia futbolistica viene de sufrir el rotundo fracaso de Juventud Antoniana en el torneo Argentino A y que además, pese a estar intervenido, tiene serios problemas económicos.
Diferente es el panorama en la Docta, donde Talleres de Córdoba, que también viene de ser intervenido, pero que con el apoyo del gobernador De la Sota, de empresarios y con la complicidad de la AFA, logró que el “acomodaran” el fíxture de la ronda final del Argentino A, incluso que llamativamente le otorgaran cuatro penales a favor en cinco fechas.
Los salteños, bien gracias.