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En la escuela 199 de Cipolletti no saben qué hacer con un alumno de séptimo grado que agredió a golpes a tres docentes y a compañeros. Las maestras atacadas amenazaron con pedir licencia e incluso renunciar a sus cargos si los directivos del establecimiento deciden mantener al estudiante en el aula.
La agresión sucedió el martes, pero recién se conoció ayer. El alumno atacó a las docentes a puñetazos cuando intentaron defender a otro chico que era golpeado por el menor en cuestión, quien tiene antecedentes por violencia. Antes de ese episodio el menor había encerrado en un aula a un grupo de compañeros, al colocar un armario para que trabe una puerta, hecho que fue confirmado por maestras de la escuela a pesar de que aseguran haber recibido amenazas de sus autoridades para que no lo ventilen.
“Nos dijeron que nos van a suspender si lo hacemos público y que además van a desmentir todo”, expresaron las docentes. Las autoridades del establecimiento prefirieron mantenerse en silencio.
Según el relato de las maestras agredidas, el chico encerró a sus compañeros y movió un armario para no dejarlos salir. Cuando escaparon, el agresor fue a buscar a uno, al que insultó y golpeó; en ese momento intervinieron las maestras para separarlos, y a pesar de los esfuerzos el agresor logró cortar un vidrio con el que los amenazó.
Las maestras realizaron una denuncia en la comisaría local, según detallaron, sin el acompañamiento de los directivos de la escuela.
Lo que piden
Mientras la postura del Consejo Escolar sería que el chico siga en la escuela para brindarle contención, las docentes piden que se le nombre un maestro domiciliario para que no pierda la escolaridad, pero mantienen la postura de que no vuelva a concurrir a la misma escuela.
“Hay 130 alumnos y tenemos que pensar en la seguridad de todos. Cuando él tiraba bancos, había niños de jardín y debemos garantizar que no les pase nada”, coincidieron, luego de recordar varios hechos de violencia protagonizado por el mismo menor. Los maestros plantearon la posibilidad de pedir licencias masivas y no concurrir a la escuela, o bien renunciar a sus cargos, mientras denuncian que las autoridades intentan “tapar” el problema.