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En estos valles, la cepa del Torrontés es la uva emblemática de la zona; sin embargo, con el paso de los años, los agricultores fueron probando otras cepas que se dieron y multiplicaron mostrando que estas tierras eran ideales para la producción. Cabernet Sauvignon, Malbec, Tanat, Boyarda, Sirah, Barbera o Tempranillo son algunos de los vinos que hoy produce la ruta del vino en Salta.
Otro parte del camino del vino se puede recorrer tomando la ruta nacional 33 y siguiendo por la 42. Desde allí se puede seguir hasta Cachi y Payogasta, donde se producen los vinos de máxima altura en el mundo, a 3.111 metros sobre el nivel del mar, para luego volver sobre la ruta nacional 40, tomando la ruta provincial 52 para visitar Colomé, Amaicha, Tacuil y Gualfin. Volviendo por esta ruta, se retoma la 40 y se ingresa a Angastaco. Luego le sigue San Carlos.
De este modo, la vuelta por los valles, o la ruta del vino, ofrece no solo un circuito donde se podrán conocer antiguas costumbres para la producción en los viñedos sino también paisajes únicos como la Quebrada de Escoipe, la Cuesta del Obispo, Valle Encantado, el Parque Nacional Los Cardones, Cachi, Molinos y sus monumentos históricos, la Quebrada de las Flechas de Angastaco y el verde San Carlos y Cafayate, desde donde para regresar a Salta capital se recorre Los Castillos, El Obelisco, El Sapo, El Anfiteatro y la Garganta del Diablo.
Un pedazo de historia
La historia del vino en Salta se remonta a la época colonial. El recorrido de la ruta del vino de la provincia se extiende unos 200 km. Las primeras viñas fueron traídas por los Jesuitas desde Perú en el siglo XVIII al pueblo de Molinos. Allí hubo 200 hectáreas de viñedos, ya ausentes.
Uno de los ejemplos de esta historia es la bodega Colomé, fundada en 1831 por Nicolás Severo de Isasmendi y Echalar. Bodegas Etchart es otro ejemplo de trabajo centenario. Fue fundada en el año 1850, en La Florida, Cafayate, donde se plantaron las primeras vides de Torrontés.
El proyecto fue creado y desarrollado por un equipo interdisciplinario dirigido por Héctor Berra y Gustavo Borlasca.
Para estas vacaciones de invierno, el Museo además ofrece una serie de actividades para toda la familia. Hasta el 31 de julio habrá degustaciones dirigidas de vinos de altura, de martes a viernes, de 11.30 a 12.30.
Todos martes y jueves, de 15 a 16, los chicos podrán participar del Juego de la Oca Gigante por el Valle Calchaquí.
El próximo sábado 25, desde las 10, se podrán compartir los Sabores con Historia del chef Tupac Guantay. Se trata de un paseo por la cocina tradicional entre historias y leyendas con el 3er. Encuentro de Bandoneones, de la escuela de Música de Cafayate a cargo de la profesora Valeria Torres.
Los horarios de atención del Museo son de 10 a 19.30, de martes a domingos. El ingreso general tiene un costo de $10 y los turistas extranjeros abonan $30. Los residentes de Cafayate y los estudiantes solo pagan $5. Los jubilados y pensionados, presentando la acreditación, no pagan ingreso.