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Ramón Garnica, padre de la adolescente que está desaparecida desde hace dos meses en Tucumán, volvió a reclamarle al principal detenido en la causa que revele "todo lo que haya hecho con ella" porque necesita saber qué pasó con su hija y aseguró ser "capaz de perdonar".
En ese marco, Garnica cree que su vecino Darío Suárez, quien permanece detenido, secuestró a Daiana y "la vendió posiblemente a una red de trata de personas".
El padre de la adolescente de 17 años, que dejó su casa un sábado por la tarde convocada por Suárez, para ir a comprar un aire acondicionado de regalo sorpresa para su esposa, tuvo que concurrir ayer a tribunales para reconocer unas ropas halladas cerca de la fábrica de ladrillos donde trabajaba el detenido pero no eran de su hija.
"No son cosas de mi hija, no se puede hacer nada, estoy cansado de renegar", dijo Garnica luego de reunirse con el fiscal Diego López Ávila, quien subroga a Claudio Bonari, para observar las prendas de vestir halladas en la ladrillera en un rastrillaje realizado el pasado jueves.
El hombre dijo estar "cansado, no hay ninguna respuesta, siempre que hay que seguir esperando, pero para nosotros no es vida esto".
"Darío Suárez secuestró a mi hija y la vendió; la entregó para que se la lleven a otro lado y sigue callado la boca. Estoy seguro de eso", estimó Garnica.
Y, se quejó por la modalidad de la investigación al señalar: "No sé cuándo la Justicia trabajará por esa parte, ya se me termina la paciencia".
"No puedo vivir sabiendo que mi hija fue privada de la libertad por esta basura que encima no habla. Vivimos en un mundo de egoístas, te ven llorar, suplicar y no se conmueven", añadió en diálogo con el diario La Gaceta.
Tras señalar que "para un padre no hay nada más sagrado que una hija", Garnica expresó que es "capaz de perdonar todo lo que haya hecho con ella, pero que me lo diga".
"Necesito saber de mi hija", acotó
Garnica consideró que su vecino "se aprovechó de nuestra confianza y la vendió. También hago mis análisis, pienso en cómo trabajó él y en lo que vi en el celular de mi hija".
"Ese día que se encontraron, él le decía que no lo espere en la garita, que lo espere más allá, era porque la iba a levantar en un vehículo, ya tenía planeado todo", especuló.
El hombre señaló que quizás "Suárez no le hizo nada y que se despojó de ella así como estaba porque no se dio cuenta de que mi hija no tenía el celular. Por eso después volvió tranquilo a la casa, como si nada, y recién cuando lo increpamos y le mostramos que teníamos los mensajes se fue".
Suárez era vecino de los Garnica en el barrio Julio Abraham de Alderetes. El sábado 6 de mayo a la tarde, Suárez le mandó un mensaje de texto a Daiana para invitarla a comprar el regalo y desde entonces la menor de edad nunca más volvió a su casa.
Junto a Suárez otras once personas permanecen detenidas.