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1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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“El PJ tiene que aprender a garantizar la continuidad de todo lo bueno”

Entrevista a Rosana Bertone, gobernadora de Tierra del Fuego.
Sabado, 24 de marzo de 2018 22:20
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“El gran desafío para el justicialismo es presentar una propuesta que garantice la continuidad de todo lo que está bien, profundizar la apertura al mundo defendiendo los intereses nacionales, construir la seguridad jurídica y crear las condiciones para la generación de empleo y producción”, afirmó la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Andrea Bertone, quien visitó a Juan Manuel Urtubey y no ahorró elogios para su persona y su perfil político. “Siempre fue muy solidario y abierto, y lo voy a acompañar en lo que él decida”, afirmó la gobernadora patagónica.

No fue una visita de cortesía, sino que cobró fuerte resonancia política. No hubo definiciones acerca de candidaturas de uno u otro y por ahora desde del entorno de cada uno de ellos enfatizan que la posibilidad de una fórmula de ambos “es mera conjetura”.

La realidad detrás de la escena es que el Partido Justicialista está buscando su rumbo con la esperanza de recuperar la presidencia en 2019. En el Congreso, el rionegrino Miguel Pichetto convocó a diputados y senadores para esa estrategia y todos, junto con los gobernadores peronistas, se reunirán en Gualeguaychú en un par de semanas. La idea es dejar que “florezcan cien flores”, y de sumar a todos los peronistas que fuera posible. Incluidos Sergio Massa y Florencio Randazzo.

De este contexto, la gobernadora no dio precisiones, pero sí algunas definiciones.

¿Cuál es la vigencia actual del kirchnerismo?
Tienen una porción de votos, pero el futuro reclama algo más. El PJ tiene que ser capaz de garantizar la continuidad de lo que se propone el país. No podemos retroceder ni dar saltos al vacío. La apertura al mundo, el diálogo, el compromiso con la inversión no pueden estar sometidos al resultado de una elección.

¿Una mirada hacia el futuro?
Sí, y que está más allá del kirchnerismo.
Hoy no hay referentes nítidos ni garantes de continuidades básicas..
Al peronismo nos resulta familiar, hasta muy cómodo tener un líder. Es fácil delegar en él la suerte de un proyecto. Pero los tiempos cambian y es hora de dejar espacio a nuevos dirigentes, con buena formación, que puedan funcionar como referentes.

¿No le parece que el peronismo hoy no es capaz de mostrar un proyecto?
Parcialmente, estoy de acuerdo. Nos está faltando, además de liderazgos para todo el país, un proyecto, un programa único que permita expresar qué pensamos hacer con el desarrollo armónico de cada región, cómo vamos a superar la pobreza y el desempleo, cómo vamos a sumarnos a las tecnologías del siglo XXI y cómo vamos a dar un salto cualitativo en materia educativa.

¿Cómo lo va a lograr?
Se trata de una necesidad perentoria, porque esa es la condición para preparar un presidente de la Nación. En eso estamos trabajando y estoy segura de que vamos a brindar una respuesta.

¿Una sola para todo el peronismo?
No nos ayuda la fragmentación, y hay que superarla.

Da la impresión de que una mayoría de la población se inclina por un proyecto de desarrollo realista, con inversión y empleo. ¿El peronismo sería capaz de ofrecerlo?  
Nuestro partido debe superar los condicionamientos que supone aferrarse al pasado, pero en sus principios está el trabajo, la producción, la calidad de vida, la salud y la educación de todo el pueblo. Y por eso nos tenemos que concentrar en ofrecer garantías a los inversores de acá y del mundo.
Hasta ahora, desde la oposición, el PJ no logró mostrarse como garante...
Es imprescindible que seamos capaces de transmitir confianza en que todo lo bueno lo vamos a mantener; vamos a contribuir a la seguridad jurídica y a una relación armónica con el mundo. Lo que nos está pasando es que nos falta más solidaridad, nos falta aggiornamiento y seguimos encasillados en el diseño de 1945. Y, repito, estamos en el siglo XXI. Y yo quiero contribuir a cerrar la grieta, definitivamente. No me interesa quedar en ninguno de los dos lados.

¿Usted ubica a Urtubey entre los presidenciables?
Dicho así, suena prematuro. Pero tenemos una muy buena relación. Nos conocimos en 2001 en la Cámara de Diputados. Él tiene vocación de poder, es inteligente, joven, y es uno de peronistas mejor formados. Creo que puede tener una oportunidad para 2019, aunque debemos recordar que primero hay que superar las dificultades actuales. Juan Manuel me acompañó muchas veces en mi carrera política, en mis campañas, incluso en mis candidaturas.

(En 2011, la gobernadora fueguina Fabiana Ríos, de un partido provincial cercano a Elisa Carrió, derrotó a Rosana Bertone en un balotaje “para el infarto”: 50.22% contra 48,91%. “Fue una experiencia muy buena, para mí y para nuestra provincia”, dijo la actual mandataria, triunfadora en 2015).

Es decir, está dispuesto a acompañarlo.

Los valores de Urtubey merecen que lo acompañe en lo que él emprenda. No sé cuál es su destino político, pero creo que tiene un gran futuro y mucho que aportarle a la Argentina, desde el lugar en que le toque estar.

Usted llegó a Salta a firmar un convenio de cooperación industrial, en plena crisis de las economías regionales...
Creo que la cooperación es una necesidad de las provincias. Nosotros ofrecemos turba para los plantines de los tabacaleros, y nos interesa el litio salteño para la industria autopartista y electrónica de nuestra provincia. Hemos logrado un convenio turístico que facilitó cuatro vuelos semanales entre Salta y Ushuaia con escala en Córdoba. Los hace Aerolíneas y ahora queremos sumar a Andes, porque los aviones van llenos.

También a Tierra del Fuego le llegó la crisis regional...
Es un problema generalizado. Cuando celebramos el Pacto Fiscal nos encontramos con una serie de normas que afectaban la industria electrónica, que nació estimulada por un sistema tributario especial, que estaban derogando. Si eso se mantenía, íbamos a sufrir la disolución total de nuestra industria electrónica. Hay un mito que dice que son fábricas ensambladoras. Todo lo contrario. Se trata de inversiones, en Río Grande y en Ushuaia, que nada tienen que envidiar a Japón y a China. Hay miles de trabajares industriales que tienen un “saber hacer”, un conocimiento técnico invalorable. Fue una situación crítica, pero con el apoyo de todas las fuerzas políticas de Tierra del Fuego se logró retrotraer. Y este año empezó de manera muy auspiciosa por la fuerte demanda de televisores, por el mundial de Rusia.

¿Tienen buen diálogo con el Gobierno nacional en estos temas?
Yo siento que es una pelea que debemos dar todos los días para hacerles ver a los ministros la realidad de nuestras regiones. No es fácil. Tenemos mucho apoyo de Rogelio Frigerio (ministro del Interior) en cuanto a obras de infraestructura y asistencia financiera. Nos respaldan, pero tenemos dificultades para defender nuestra industria. Nos resulta difícil la comunicación con el ministro (de la Producción Francisco) Cabrera.

¿Qué opinión le merece el Plan Belgrano?
Creo que genera legítimas alternativas.

Sí, pero a veces parece que fuera un espejismo.
Nosotros tenemos la experiencia del Plan Patagonia. Es fantástico. Nunca hubo algo así pensado por regiones, se nos escuchó, planteamos inquietudes, nos consultaron para establecer las prioridades. Ahora hay un nuevo coordinador y estamos expectantes de que vuelva a cobrar la importancia que le asignamos.

El balance es positivo para ustedes.
Cualquier construcción requiere diálogo y gestión. En el área de Transporte, el ministro Guillermo Dietrich ha colaborado y hemos logrado avances muy importantes en coordinación con puertos de Buenos Aires, Madryn y Ushuaia. Esto permite ampliar la oferta de ingresos de nuevos cruceros. En dos años hemos visto la diferencia con un trabajo conjunto y complementario. Es que si un crucero no entra a Buenos Aires por los derechos de puerto, no viene al país. Para 2020 queremos llegar a 433 recaladas de cruceros por año. Pero no todo funciona así. Los gobernadores tenemos que arremangarnos y trabajar para gestionar esos avances.

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