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El 6 de julio de 2008 María Florencia Bridoux Tello, actualmente prófuga de la Justicia, provocó un siniestro vial sobre la ruta nacional 50, en el que murieron las hermanas Gisela (21) y Vanesa (14) Barba, quienes iban acompañando a sus padres, Orlando Barba y Alicia Gómez, a bordo de un Megane. El auto de la familia damnificada se encontraba detenido en un control de Gendarmería cuando fue impactado violentamente por el vehículo de la acusada. Los jueces de la Sala I del Tribunal de Impugnación, Luciano Martini y Ramón Medina, no hicieron lugar al recurso de casación presentado por la defensa de Bridoux Tello, confirmando el fallo del juez de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, Raúl Fernando López, que había rechazado el pedido de sobreseimiento de la acusada.
A través de la "extinción de la acción penal" la defensa de Bridoux Tello había solicitado el sobreseimiento de la mujer en la causa. El juez de Primera Instancia rechazó dicho pedido argumentando que las demoras se debieron a la complejidad de la etapa investigativa y la "ausencia deliberada de la acusada", en alusión, esto último, a que Bridoux Tello sigue prófuga de la Justicia. Incluso los jueces indicaron que podría surgir un cambio de carátula, con lo cual la imputada podría ser acusada con un "dolo eventual", cuestión que se resolverá y determinará en el debate oral.
María Florencia Bridoux Tello se encuentra imputada de los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas en concurso ideal, en perjuicio de Vanesa y Gisela Barba, y Orlando Barba y Alicia Gómez. Lo dispuesto por los jueces hacen suponer la necesidad del juicio oral y público a los efectos de determinar la verdad de lo ocurrido esa jornada en Orán. En ese sentido, se busca determinar el tenor del delito cometido, teniendo en cuenta que no presntación de la acusada ocasionaría un castigo aún más severo. La lucha de la familia y amigos de las víctimas sigue firme desde el momento mismo del trágico siniestro vial en Orán.