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Profesionales del Centro Preventivo Asistencial "Tinku" piden que les devuelvan el edificio de calle Pueyrredón y Eduardo Arias. Esta vez la obra de un ascensor vuelve a retrasar el regreso a las instalaciones. Hoy se encuentra desocupado, en franco deterioro y utilizado por personas en situación de calle.
Según manifestó Cecilia Olivera, responsable de Tinku, a medios locales, "hace dos semanas estaba todo listo para que volvamos al edificio, pero no podemos volver al local de Tinku porque están trabajando en la instalación de un ascensor que habían solicitado cuando el predio se convirtió en un centro de internación para pacientes con COVID-19 en el año 2020, o sea hace dos años, y hoy es un elemento que no tendrá ninguna utilidad".
La profesional remarcó que "es lógica la incomodidad del lugar donde estamos porque solo podemos atender consultas y no podemos reiniciar el trabajo con las internaciones, que son tan necesarias y pedidas por muchos pacientes y sus familiares".
Lo insólito de esta situación es que la coordinadora de Tinku sostuvo que "queda en evidencia que la necesidad de un paciente siempre está varios pasos adelante de las decisiones que se toman a nivel central. Cómo van a venir a instalar dos años después un ascensor que hoy es un gasto inútil. Ese dinero se podría invertir de otra manera en el mismo edificio, para cosas que nos hacen mucha falta y no las tenemos".
Preocupada por la realidad que les toca vivir, recalcó que "estamos con el tiempo contado, con lista de espera para internar a pacientes por consumo y no podemos hacerlo por esta obra. Esto es así de incoherente. Los tiempos del Estado no son los tiempos de las necesidades de la comunidad".
A pesar de la situación, Olivera resaltó que el servicio nunca se dejó de prestar y que las internaciones continúan, pero de forma limitada.
Incansable trabajo
Tinku (en quechua Encuentro) funciona en la localidad desde 2011, trabajando para la rehabilitación de personas con cuadros adictivos. En el dispositivo se han desarrollado diversas actividades terapéuticas tendientes a la recuperación y la inclusión social de los pacientes, brindado también apoyo al grupo familiar, con un trabajo sostenido que lo ha posicionado como centro de referencia en el NOA.
Tinku cuenta con casa propia desde diciembre del 2015. Las instalaciones fueron diseñadas específicamente para el tratamiento integral de las adicciones, tanto en modalidad ambulatoria como de centro de día e internación, y con ellas se espera triplicar la capacidad del servicio y cubrir la atención con un criterio regional.
El edificio está ubicado en Pueyrredón y Eduardo Arias, y esto favorece una articulación más fluida con el hospital San Vicente de Paul para la atención de las urgencias toxicológicas y optimizar los mecanismos de derivación interinstitucional.