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Oscar Rojo: "El futuro de nuestro negocio está en la energía y la exportación"

Oscar Rojo señaló que la exportación y la sustentabilidad son el camino estratégico..
Sabado, 13 de septiembre de 2025 22:47

El presidente de Seaboard Energías Renovables y Alimentos, Oscar Rojo, trazó un panorama complejo sobre la agroindustria en el norte argentino, donde conviven las presiones financieras, la regulación estatal y los costos crecientes en dólares con la necesidad de proyectar el futuro en clave de sostenibilidad y exportación. La compañía que dirige en Orán, una de las principales productoras de bioetanol, bioelectricidad, alcohol y azúcar del NOA, atraviesa el desafío de sostener la producción y al mismo tiempo adaptarse a un escenario recesivo.

Rojo explicó que la particularidad de su sector es que, aunque el grueso de las ventas se realiza en pesos dentro del mercado local, la empresa debe reportar en dólares por pertenecer a una corporación estadounidense. "Ese combo es mortal. Jugamos con dos incertidumbres: lo que pasa con el peso y lo que pasa con el dólar, y en el medio tenés que proyectar un negocio que está condicionado por la regulación de precios", señaló. El empresario recordó que el Gobierno fija el valor de los biocombustibles, al igual que ocurre con las naftas a través de YPF, lo que deja márgenes muy reducidos para tomar decisiones estratégicas.

La dinámica de la caña de azúcar impone su propia lógica. La zafra dura hasta fines de noviembre o diciembre y no admite postergaciones. "La caña hay que levantarla sí o sí, no hay otra alternativa. Eso implica producir en seis meses lo que tiene que sostener a la empresa durante todo el año", explicó. Esa obligación se traduce en un enorme esfuerzo financiero: "Stockear, procesar, financiar y reparar la fábrica para estar listos en mayo del año siguiente significa una presión tremenda, y hacerlo en un contexto de inflación del 100% anual lo vuelve cuesta arriba".

Rojo advirtió que esta presión se multiplica porque la compañía debe asumir todos esos gastos en dólares, desde insumos hasta repuestos, en un país donde la brecha con Brasil —el principal competidor en la región— deja a la producción local en desventaja.

El directivo reconoció que la clave está en la competitividad, un concepto que, a su juicio, excede las mejoras de productividad puertas adentro. "Competimos con Brasil, un pequeño monstruo al lado nuestro, que marca el rumbo del mercado de la caña. Ellos tienen escala, infraestructura y financiamiento, y eso nos obliga a ser cada vez más creativos", sostuvo.

Seaboard viene invirtiendo en la tecnificación del campo con la incorporación de maquinaria, agricultura de precisión y la reducción de fertilizantes químicos en favor de bioabonos generados a partir de los residuos de la caña. "No siempre implica una reducción de costos, pero sí asegura sostenibilidad y nos prepara para los estándares que hoy exige el mercado internacional", puntualizó.

El dirigente resaltó que la sustentabilidad es hoy una condición de acceso a clientes internacionales de alto nivel. "Las certificaciones ambientales nos permiten ingresar a cadenas globales y nos dan un diferencial de precio, aunque sea pequeño. Es una inversión que abre puertas", relató. Rojo consideró que este cambio de paradigma es también generacional: "Hace 40 o 50 años no se hablaba de sostenibilidad. Hoy es ineludible. El futuro de la agroindustria depende de eso".

En el plano comercial, la compañía concentra sus exportaciones en Chile, un mercado naturalmente importador de azúcar y biocombustibles. "Salimos por el Paso de Jama y también por Mendoza hacia Santiago, pero la logística es un dolor de cabeza permanente: rutas, distancias, camiones en condiciones. Todo encarece y complica", detalló.

Seaboard también tuvo incursiones en Europa, aunque este año no se pudieron sostener. "El futuro natural de nuestro negocio es la exportación. Más tarde o más temprano, ese es el camino", afirmó, convencido de que la diversificación internacional es la única forma de superar los límites del mercado interno y la regulación estatal.

Más allá de los números, Rojo subrayó el impacto social de la compañía en el norte salteño. "Empleamos a más de 1.400 familias en la zona de Orán.

 

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