inicia sesión o regístrate.
Hoy con el aluvión informativo y deformativo de las noticias que involucran a las mujeres de nuestro país que abundan en descripciones e imágenes insoportables de injurias, agresiones físicas y psicológicas, torturas, violaciones, asesinatos, casi siempre ignoramos u olvidamos la intervención, el accionar, la pasión, el amor, el trabajo y el pensamiento de muchas mujeres de nuestra sociedad que casi siempre quedan en el olvido; el olvido suele ser la muerte misma.
El campo tan trillado en la Argentina de la salud mental, que nunca se ha convertido en uno de los ejes programáticos de la salud púbica, ha quedado postergado y recluido en los pocos servicios e individualidades que ejercen la psicología y la psiquiatría.
Los aportes originales en este campo de las mujeres argentinas vinculadas con la salud mental han quedado en el cajón de sastre y poco se aplican sus fundamentos en la praxis cotidiana.
Telma Reca (1904-1979), doctora en medicina, pionera de la clínica psiquiátrica infantojuvenil, desarrolló un sistema de ideas acerca de la delincuencia juvenil, fue gestora de la carrera de Psicología y primera Profesora Titular y dictó Psicología Evolutiva y Clínica de Niños desde 1958.
Arminda Aberastury (1910 – 1972) psicoanalista argentina, pionera del psicoanálisis de niños y adolescentes, formó a una generación de analistas de niños.
Eva Giberti (1929-) fundadora de la primera Escuela para padres en 1957, experta en infancia y violencia de género, abordaje a técnicas reproductivas y adopción. Ha dejado un legado imborrable en el campo de la psicología y el trabajo social en Argentina. Su enfoque integral y su compromiso con los derechos humanos han sido fundamentales para generar cambios significativos en la sociedad. Su trabajo ha inspirado a muchas personas a seguir sus pasos y a luchar por un entorno más justo y equitativo.
Estas mujeres fueron de mi conocimiento directo y muchas otras como Laura Bonaparte, Carolina Tobar García, Silvia Bleichmar, Dévora Kestel, Mimí Langer, Gloria Bonder, Nora Cortiñas y muchas más, estas mujeres han dejado un legado importante en la historia de la psicología. A pesar de los desafíos y obstáculos que enfrentaron, sus contribuciones han sido fundamentales para avanzar en la comprensión del comportamiento humano y mejorar la calidad de vida de las personas. Su trabajo ha abierto puertas para futuras generaciones de mujeres psicólogas y ha sido fundamental en la lucha por la igualdad y el reconocimiento en este campo.
La psicología continúa evolucionando y se enriquece con las contribuciones de mujeres y hombres por igual. Es importante reconocer y valorar el papel de las mujeres en la psicología y seguir promoviendo la igualdad de oportunidades en esta disciplina.