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Gesto solidario: Un jubilado ya tiene su aparato para poder respirar

Vecinos e instituciones colaboraron con el abuelo Julio Mamaní.Hasta el defensor del Pueblo de la Nación ofreció ayuda.
Lunes, 20 de enero de 2020 01:51

Don Julio Medildo Mamaní, un jubilado rural de ochenta y dos años que padece una insuficiencia cardíaca, necesitaba de manera urgente un aparato concentrador respiratorio.

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Don Julio Medildo Mamaní, un jubilado rural de ochenta y dos años que padece una insuficiencia cardíaca, necesitaba de manera urgente un aparato concentrador respiratorio.

Tras la nota publicada el miércoles en este medio, don Mamaní recibió diversas respuestas para solucionar su problemática y otorgarle el aparato del cual dependía su vida.

Cabe recordar que don Mamaní tiene un pulmón que funciona solamente en un cincuenta por ciento de su capacidad, y el otro funciona en un veinticinco por ciento.

Amigos

Don Rosario Leguizamón, otro jubilado de setenta y nueve años, amigo de don Mamaní, es quien realizó las gestiones para su amigo Julio, porque el mismo vive a treinta y cinco kilómetros al sur de Rosario de la Frontera, en el paraje La Hoyada.

Finalmente, el jueves, el PAMI concedió al abuelo el aparato concentrador respiratorio y el mismo fue instalado en el domicilio del abuelo el día viernes.

El jubilado a cargo de los trámites de don Mamaní, muy contento y aliviado por la noticia, expresó a El Tribuno: "Gracias a Dios ya tiene el aparato instalado en su casa".

Llegar al lugar

Leguizamón consideró también: "La verdad fue muy difícil llegar, porque el camino está complicado por las lluvias. Hay que sortear obstáculos por los árboles caídos. También hay partes de médanos con huellas profundas y un río que está algo crecido, hay badenes profundos y subidas escarpadas, por eso hay que conocer bien la zona para poder llegar".

El amigo de don Mamaní agregó: "Por eso fui en auto con un vecino del lugar".

En cuanto a la rápida respuesta de parte del PAMI, ante la problemática, Leguizamón manifestó: "Creo que logramos llegar a la meta, lo demás ya será obra de Dios. Gracias a El Tribuno por su ayuda, gracias también por recibir nuestras quejas, lo que permitió este logro que parecía imposible".

Sobre la burocracia de la cual son víctimas muchos abuelos, el jubilado exhortó: "Quiera Dios tocar la conciencia de aquellos que, por ocupar un escritorio, se olvidan que solo son empleados de estos viejos y que en su soberbia discriminan".

Luego Leguizamón sostuvo: "Gracias a este medio, por su labor y por ser la voz de tantos jubilados que día a día pasan luchando por obtener un servicio digno".

Un pedido desesperado

La gestión para obtener el equipo fue realizada en el PAMI en noviembre del año pasado. Una de las hijas del jubilado trabaja y vive en Buenos Aires, pero debido al delicado estado de salud de su padre tuvo que viajar de urgencia a Rosario de la Frontera para asistir y realizar el pedido a la institución en carácter de urgente.
Luego, su amigo, don Rosario Leguizamón, “por humanidad, por amistad y por sentido común”, según sus palabras, fue quien se hizo cargo del seguimiento de dichos trámites, ya que, al mismo tiempo, empezó a temer por la vida de su amigo. “Mi amigo necesita de manera urgente un concentrador para poder respirar correctamente. Lo hemos solicitado en noviembre y recién ahora nos dan el numero en PAMI para continuar con las gestiones”, manifestó el abuelo durante la entrevista del martes. “Por eso estoy acá, porque mi amigo se encuentra muy mal, estos calores y cambios de temperatura le hace peor. Encima a él solo le funciona un pulmón, el cincuenta por ciento, y el otro solo funciona un veinticinco por ciento, por lo cual el pedido a las autoridades es urgente”, exclamaba angustiado.
 

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