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Aguas Blancas: boteros intentaron reinstalar el puente peatonal sobre el Bermejo

En el imaginario nacional las fronteras se encuentran cerradas. Pero la fuerza Naval de Bolivia tuvo que impedir que los boteros vuelvan a armar la estructura y cobrar $50 por cruzar
Miércoles, 28 de julio de 2021 18:25

Por: Andrea Silvera
Flavio Palacios

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Por: Andrea Silvera
Flavio Palacios

Con el puente internacional cerrado desde el año pasado, los responsables de gomones que cruzan el río Bermejo entre la ciudad homónima y Aguas Blancas buscan alternativas para cruzar, tanto personas como mercaderías.

Los primeros días del mes de junio, cuando se hizo presente el estiaje, los boteros hallaron la forma de cruzar el río Bermejo y cobraban entre $50 y $100 por ello, armando una pasarela improvisada de tres metros de ancho, de lado a lado del río, que cruzaba desde la playa de Aguas Blancas hasta la playa de Bermejo en el vecino país.

Los boteros, que transportan mercadería en sus barcas artesanales, llamadas gomones, intentaron el martes volver a instalar un puente armado con esos gomones, pero la fuerza naval boliviana los obligó a replegarse y de momento les prohiben trabajar.

El dirigente Angel Casson explicó a los medios fronterizos que solo era un amague, una forma de protesta por la competencia “desleal” que hacen las chalanas, al llevar mercadería de gran tamaño, cuando ese transporte les corresponde supuestamente, a los gomoneros.

“Nuestro sector está muy afectado porque los compañeros apenas salen con veinte bolivianos al día y no se está respetando el acuerdo de carga”, declaró Cassón a radio Fides.

Casson explicó que con esta medida (armado del puente) pretendían cobrar 50$ argentinos para que la gente cruce por el sector, ya que la vieron como única alternativa para competir con el servicio que están dando las chalanas.

Por su parte, el capitán boliviano de Puerto, Boris Paty, señaló que la medida obedece a una serie de patrullajes y controles para desalojar las actividades ilegales sobre el río Bermejo y que similar acción lleva adelante la Gendarmería argentina. “Les hemos hecho las recomendaciones permanentemente a sus representantes, pero hacen caso omiso”, manifestó el funcionario en relación a los repetidos intentos de los gomoneros de lograr ingresos tendiendo un puente por demás precario, que aparte de notoriamente ilegal, representa un enorme peligro para quienes se aventuren a cruzar por él.

Finalmente, los trabajadores de frontera afectados no descartaron tomar otras medidas de presión, como el bloqueo de la avenida Petrolera, si no se les autoriza volver a trabajar en las próximas horas.

Fronteras porosas y con escasa vigilancia

En el límite con Chile, enorme, extenso, desolado, y por esta época muy frío, solo Gendarmería tiene efectivos desplegados en la frontera y lo mismo pasa con Carabineros del otro lado.
Pero a nadie escapa que el tráfico de personas y mercaderías sigue siendo bastante fluido, obviamente por pasos no habilitados, como desde siempre.

Hace muchos años el contrabando se practicaba a lomo de animales; hoy, en camionetas 4 x 4 que los baquianos manejan por sendas que solo ellos conocen.

En el caso de Paraguay, en el puente que une Misión La Paz con Pozo Hondo, el tránsito es escaso pero efectivo también. Y ni qué hablar de la cantidad de formas de cruzar el imponente Pilcomayo que los nativos encuentran en cada recodo del río en esta época del año.

Apenas al norte, en el caso de la frontera seca entre Hito Uno y Dorbigny, ya territorio boliviano, el ir y venir de personas y mercaderías es fluido a diario.

Otra frontera seca y siempre muy activa con Bolivia es la existente entre Mecoya y Mecoyita, en el departamento Santa Victoria.

Y ni qué decir de los pasos más calientes, como lo son Aguas Blancas con Bermejo, en Orán, donde vadear el río en época de estiaje, es poco más o menos que cruzar una acequia ancha y un tanto peligrosa. Además, las chalanas, de manera inexplicable, siguen trabajando como antes de la pandemia, sin que ninguna autoridad nacional de ninguno de los dos países logre impedirlo.

Llegando a Salvador Mazza, hay que tomar conciencia de que son tantos, tantos los pasos posibles entre uno y otro país, donde no menos de tres quebradas internacionales hacen de frontera seca casi todo el año, que los controles resultan imposibles para las autoridades. Por eso, a diario se descubren contrabandos de todo tipo de mercancía, en uno u otro sentido. Sin contar el enorme tráfico de sustancias prohibidas.

Finalmente, cabe resaltar que el habitante de frontera, en la práctica es un ser binacional. Le resulta casi incomprensible no poder cruzar una frontera que para él no existe ni entiende, para surtirse de los víveres más elementales, indumentaria, calzado u otros bienes, donde el precio sea más conveniente.

Migraciones de Bolivia

Los ciudadanos argentinos que ingresen a Bermejo por pasos fluviales no estarán sujetos a sanciones, según se informó desde la oficina de Migraciones de Bolivia, con el propósito de reactivar la economía de la ciudad de Bermejo.

Migraciones del vecino país, ha informado que realizó distintos operativos por el río Bermejo, con el propósito de identificar extranjeros que se encuentren dentro de su territorio de forma irregular. Sin embargo, existe tolerancia con los argentinos que llegan para realizar compras, lo que termina desvirtuando toto tipo de control que intenten mantener las autoridades argentinas respecto del tránsito de personas hacia uno y otro lado.

Salta es una provincia que tiene fronteras con tres países hermanos: Chile, Bolivia y Paraguay. La teoría dice que nadie puede traspasar los límites desde que se declaró la pandemia el año pasado. Pero la cruda realidad de los hechos es que, en ningún caso es posible hacer cumplir a cabalidad esa medida restrictiva.

 

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