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Pablo Rodríguez tiene 19 años, vive en el barrio El Puesto (ubicado sobre la ruta 51, en la zona conocida como la Merced Chica) y es jugador profesional de Free Fire, un video juego popular entre los jóvenes. En unas semanas partirá en un nuevo viaje rumbo al eSports World Cup (Mundial de Deportes Electrónicos), en Riad capital de Arabia Saudita. Este es uno de los eventose más grandes en su tipo. Pablo recibió a El Tribuno y abrió las puertas de su hogar para enseñar cómo transita sus días y su carrera deportiva en el equipo "19eSports", cuya propiedad es del exfutbolsita mexicano Miguel Layún.
"Elitee", como se hace llamar Pablo en el mundo del Free Fire, comenzó a jugar a los 14 años, pero no llegó a competir profesionalmente debido a que era muy pequeño y necesitaba tener más de 17 años. Su padre, en un principio, tampoco lo apoyaba en su sueño, le resultaba algo demasiado novedoso: fue su mamá quien le regaló su primer teléfono para que pueda jugar. Pero ni su padre, ni la edad resultaron un impedimento, ya que él estaba decidido a ser el mejor: "Comencé a resaltar en torneos de comunidad y me tuvieron en vista por lo que apenas cumplí la edad necesaria me llamaron de un equipo de la 'liga B'". Junto a ese equipo logró quedan en el top 3 de Latinoamérica y de ahí fue convocado para la "liga A".
"Desde los 15 sabía que quería llegar a ser el mejor, entonces nunca le aflojé y cuando me llegó la oportunidad la aproveché", sostuvo Pablo.
Quiénes integran el equipo
El 8 de julio, el equipo compuesto por el salteño, un joven de Chaco, otro de Corrientes y un chileno, deben estar en Riad, Arabia Saudita, para competir en el mundial de eSports. "Nuestro coach es de Misiones y la manager de Tucumán. La gaming house (casa donde los jugadores de eSports conviven) está en Monterrey, México, y ahora cuando viajemos iremos ahí", comentó Pablo.
"Al mundial van los mejores del mundo. Son cuatro días de competencia entre 18 equipos para ver quién es el mejor", afirmó el jugador salteño y agregó: "Mi aspiración es ganar el Mundial".
Cómo es vivir siendo un jugador de eSports
A veces, sobre todo para las generaciones más antiguas, puede resultar raro pensar que "un simple juego" puede ser la profesión de alguien. Pero hoy es una realidad y es la vida de Pablo: "Yo lo tomo como un trabajo porque está todo muy profesionalizado, hay sueldos, proyectos, marcas que apuestan en esto. No es que por jugar así nomas podés llegar a ganar. Los equipos entrenan, tienen disciplina y horarios. Todo para llegar a ser los mejores".
A pesar de todo, Pablo no abandona sus estudios secundarios: "Estoy terminando la secundaria y depende de lo que depare el futuro, por ahora sigo con esto". Sin embargo, el jugador confiesa que de cierta forma el camino del deportista de eSports es sacrificado. "Dejé muchas cosas para dedicarme a esto: salidas, amistades y momentos con mis seres queridos", agrega.
El equipo ha llegado hasta donde está debido a un arduo trabajo: entrenan de lunes a sábados, de 14 a 18. "Vamos simulando como si fuera un torneo y otros días entrenamos de manera individual. Después jugamos en "comunidad", desde las 19 hasta las 22 y si no terminamos muy cansados seguimos jugando individualmente", contó.
"Yo veo bastante bien mi futuro. Este último tiempo mejoramos mucho, por algo somos campeones de Latinoamérica y ahora hay que seguir mejorando para llegar a dar lo mejor", dijo Rodríguez.
Los eSports en Salta
Siendo su equipo campeón de Latinoamérica, Pablo logra ver las fallas presentes en el país y la provincia, el abandono existente en cuanto a los deportes electrónicos: "En Salta y en Argentina falta mucho, falta profesionalizar, que inviertan más marcas y equipos, además de jugadores que quieran ser los mejores y no solo jugar por jugar", aseguró.
A todos aquellos que quieran dedicarse profesionalmente, Pablo Rodríguez les recomienda que tengan constancia y disciplina, ya que nadie llega a ser el mejor sin esfuerzo. "Para dedicarse profesionalmente hay que esforzarse, así vas a llegar eso hice yo", asegura. Y concluye: "No tengan miedo, intenten y si saben que quieren vivir de esto metanlé que todo es constancia".