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La plaza de San Pedro, ubicada en la Ciudad del Vaticano, se engalana para dar el último adiós al papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años. En torno a las 10:00 horas de este sábado, 26 de abril, numerosas personalidades del mundo político, así como los miembros de las casas reales europeas, se han trasladado a Roma para rendir tributo al pontífice en su despedida oficial. Los reyes Felipe VI y Letizia han acudido en representación de España y la monarquía, cumpliendo con el protocolo y las exigencias de vestimenta propias de este tipo de ceremonias.
Encarnando la solemnidad y el respeto, la madre de la princesa Leonor ha escogido un estilismo sobrio y adecuado, con el que ha hecho una silenciosa manifestación de respeto en el Vaticano. Acompañada de su marido, la periodista ha lucido un vestido negro de corte clásico, con líneas puras y sin ornamento alguno. La prenda se caracteriza por presentar un largo midi, manga larga y estar ligeramente entallado. Un look con el que la nuera de la reina Sofía ha respetado escrupulosamente las 3 exigentes normas de vestimenta exigidas para una ceremonia de luto papal.
Letizia ha querido transmitir el duelo que se encuentra atravesando la religión católica eligiendo un vestido midi y zapatos cerrados en tonalidades negras y joyas discretas. Pero, además, la reina ha lucido unas medias negras tupidas, un elemento indispensable en los actos de lutos más formales, y unos zapatos de tacón bajo, estilo kitten heel, con los que ha derrochado elegancia y, además, sobriedad.