¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

11°
23 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Ajustadísimo triunfo de Maduro en las elecciones de Venezuela

Lunes, 15 de abril de 2013 04:14

Un final inesperado, típico de una película de suspenso. Cuando arreciaban todo tipo de rumores por la falta de datos sobre el escrutinio, el Consejo Nacional Electoral anunció en la madrugada de hoy que Nicolás Maduro le había ganado la presidencia venezolana a Henrique Capriles por menos de 1,6 puntos. El candidato oficialista, con más del 99 por ciento de las mesas escrutadas, le sacó poco más de 230 mil votos al líder opositor, consiguiendo el 50,66 por ciento de los votos, contra el 49,07 de su rival. Así, en un clima sumamente tenso, Venezuela eligió al sucesor del fallecido Hugo Chávez, quien solo seis meses atrás había sacado cinco puntos más que su delfín contra el mismo adversario.
Tras el anuncio, y sin que Capriles haya reconocido públicamente su derrota, llegó el discurso de Maduro. Allí, pese a haber ganado, no se lo vio contento al oficialista ni tampoco a la gente que lo escuchaba. Evidentemente, no se esperaba el chavismo una elección tan pero tan ajustada, que incluso amenaza con limarle buena parte de su credibilidad aún antes de haber asumido.
“Hablé con Capriles por teléfono y me dijo que iba a pensar si reconocía su derrota”, dijo esta madrugada el ahora nuevo presidente electo de Venezuela desde el Palacio Miraflores. Y agregó: “Podemos decir que tenemos un triunfo electoral justo, legal, constitucional, popular”. Según los datos oficiales, Maduro alcanzó 7.505.338 votos y su rival 7.270.403.
Fue tan ajustado el resultado que Maduro se mostró a favor de la realización de una auditoría para que “no queden dudas” de la elección. El clima cerca de él parecía más el de un derrotado que el de un triunfador. Es que a partir de ahora se multiplicarán las dudas sobre el resultado electoral, ya que la auditoría podría tardar semanas en dar un veredicto.
“Claro que empieza una nueva etapa, tiene que ser la etapa de la eficiencia absoluta”, disparó Maduro ante la silenciosa mirada de su gente. En el Palacio Miraflores se veía una mezcla de incertidumbre y sorpresa, más allá de la felicidad contenida que había entre muchos chavistas.
El resultado obliga al gobierno bolivariano a abrirse al diálogo con la oposición, ya que el país demostró estar literalmente dividido en dos para la etapa poschavista.
El pueblo venezolano interpretó que Maduro no es Chávez y la cantidad de votos -cerca de 800 mil en 180 días- que perdió el oficialismo son la muestra más cabal de ello. Maduro otra vez volvió a hablar de un supuesto complot internacional en contra de la “democracia venezolana”. Hay que recordar que el excanciller de Chávez llegó hasta a hablar de un cáncer inducido contra el fallecido presidente.
Los desafíos
Venezuela, al igual que muchos países de la región, se encuentra con índices altos de pobreza y desempleo y también con una inflación elevadísima, que se ubica cerca del 25 por ciento anual.
Además del tema económico, Maduro deberá consolidar la figura presidencial tras la muerte de Hugo Chávez, el líder venezolano más carismático en décadas.
A partir de ahora, a Maduro empezarán a juzgarlo por sus propios actos y irá desapareciendo la influencia del mandatario fallecido.
 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Un final inesperado, típico de una película de suspenso. Cuando arreciaban todo tipo de rumores por la falta de datos sobre el escrutinio, el Consejo Nacional Electoral anunció en la madrugada de hoy que Nicolás Maduro le había ganado la presidencia venezolana a Henrique Capriles por menos de 1,6 puntos. El candidato oficialista, con más del 99 por ciento de las mesas escrutadas, le sacó poco más de 230 mil votos al líder opositor, consiguiendo el 50,66 por ciento de los votos, contra el 49,07 de su rival. Así, en un clima sumamente tenso, Venezuela eligió al sucesor del fallecido Hugo Chávez, quien solo seis meses atrás había sacado cinco puntos más que su delfín contra el mismo adversario.
Tras el anuncio, y sin que Capriles haya reconocido públicamente su derrota, llegó el discurso de Maduro. Allí, pese a haber ganado, no se lo vio contento al oficialista ni tampoco a la gente que lo escuchaba. Evidentemente, no se esperaba el chavismo una elección tan pero tan ajustada, que incluso amenaza con limarle buena parte de su credibilidad aún antes de haber asumido.
“Hablé con Capriles por teléfono y me dijo que iba a pensar si reconocía su derrota”, dijo esta madrugada el ahora nuevo presidente electo de Venezuela desde el Palacio Miraflores. Y agregó: “Podemos decir que tenemos un triunfo electoral justo, legal, constitucional, popular”. Según los datos oficiales, Maduro alcanzó 7.505.338 votos y su rival 7.270.403.
Fue tan ajustado el resultado que Maduro se mostró a favor de la realización de una auditoría para que “no queden dudas” de la elección. El clima cerca de él parecía más el de un derrotado que el de un triunfador. Es que a partir de ahora se multiplicarán las dudas sobre el resultado electoral, ya que la auditoría podría tardar semanas en dar un veredicto.
“Claro que empieza una nueva etapa, tiene que ser la etapa de la eficiencia absoluta”, disparó Maduro ante la silenciosa mirada de su gente. En el Palacio Miraflores se veía una mezcla de incertidumbre y sorpresa, más allá de la felicidad contenida que había entre muchos chavistas.
El resultado obliga al gobierno bolivariano a abrirse al diálogo con la oposición, ya que el país demostró estar literalmente dividido en dos para la etapa poschavista.
El pueblo venezolano interpretó que Maduro no es Chávez y la cantidad de votos -cerca de 800 mil en 180 días- que perdió el oficialismo son la muestra más cabal de ello. Maduro otra vez volvió a hablar de un supuesto complot internacional en contra de la “democracia venezolana”. Hay que recordar que el excanciller de Chávez llegó hasta a hablar de un cáncer inducido contra el fallecido presidente.
Los desafíos
Venezuela, al igual que muchos países de la región, se encuentra con índices altos de pobreza y desempleo y también con una inflación elevadísima, que se ubica cerca del 25 por ciento anual.
Además del tema económico, Maduro deberá consolidar la figura presidencial tras la muerte de Hugo Chávez, el líder venezolano más carismático en décadas.
A partir de ahora, a Maduro empezarán a juzgarlo por sus propios actos y irá desapareciendo la influencia del mandatario fallecido.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD