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Una especial mezcla de sabores se pudo disfrutar ayer en la zona norte de la ciudad durante la XVI edición de la feria de la Comida Regional.
René Siares, miembro de la Fundación Sentimiento, destacó el nivel de los platos que se ofrecieron ayer sobre la avenida de ingreso al barrio Castañares en unos 60 puestos.
La lista de platos regionales superó la docena pero, como casi todos los años, las empanadas y el locro fueron los más elegidos. Los comensales también disfrutaron de picante de mondongo, tamales, papas con queso y locrillo. Por supuesto que los postres no faltaron.
Con el objetivo de mantener una competencia leal entre los puesteros, desde la organización se acordó un precio uniforme para todos los vendedores. Por ejemplo, los tamales se ofrecieron a 45 pesos y el plato de locro, a 120.
Entre las empanadas no solo estaban las tradicionales de carne, sino también las de charqui, queso e incluso de mondongo.
José María Mercado fue uno de los profesionales de la cocina que participó de la organización. Estuvo a cargo de recorrer los puestos y controlar la presentación de los platos, como así también vigilar los cuidados sobre la manipulación de los alimentos.
Mientras los visitantes a la feria se fueron sumando, pasadas las 12 comenzaron a subir al escenario los artistas invitados, entre los que se contó al grupo Vira Vira, Ale Barrionuevo, Viento Andino, el dúo Iván y Emiliano y el grupo Ñaños.
Secreto del repulgue y el zapallo
Entre las profesionales de la empanada, estuvo presente doña Adela, ganadora del Concurso de la empanada Roberto Romero, que dio clases sobre el repulgue de estos bocados tradicionales de la cocina salteña. "La empanada debe tener 16 vueltas", dijeron las cocineras a cargo del repulgue de las empanadas de doña Adela, que advirtieron que, si son menos vueltas, los comensales quedan con hambre.
En estos casos el tamaño de los discos permite no solo hacer las 16 vueltas del repulgue sino también balancear la cantidad de relleno que llevarán.
El locro fue otra de las especialidades de la comida regional que se ofrecieron en Castañares. En la mayoría de los puestos se cocinó con carbón y se puso a hervir desde las 8 de la mañana. Para las cocineras, el secreto del mejor locro es el zapallo. "El zapallo tiene que salir lindo para que el locro salga pulsudo", aseguró Virginia, mientras su nieto se ocupaba de armar las empanadas de charqui.
Beti Quintos ofreció en su puesto empanadas varias, pero las mejores -según dijeron los clientes- eran las de queso. "Son especiales por que las hago con queso criollo", contó la mujer, develando el secreto de su éxito. "A la cocina hay que ponerle ganas", aseguró Delia, que llegó desde zona sur a la feria de Castañares y es la mejor en empanadas de pollo. La mujer contó que se dedica a vender sus delicias en la zona del CCM, pero además hace papas con queso. "Una vez a la semana les preparo locro y no le hago faltar nada: un buen zapallo, tripa gorda, chorizo colorado, blando de pecho, queperí y chorizo colorado", detalló.
Asadito y tamales
Roque fue uno de los encargados de ofrecer asado, pollo a la parrilla y chorizos, acompañados con ensaladas y papas fritas. "Esto no es solo para los turistas sino para todos los salteños", expresó Roque frente a la parrilla, mientras sus hijos atendían las mesas que se llenaron de familias, donde cada uno eligió su plato especial.
Los tamales también se lucieron, y los más vendidos fueron los que se hicieron a base de carne de cabeza.
Para terminar la tarde, no hubo grandes ni chicos que se hayan perdido el postre. Estaban las empanadillas y las tradicionales maicenas, pastafrolas y tartas. Y como es temporada de frutillas, desfilaron en combinadas con crema.