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La urgencia de transformar el terreno colindante con el playón deportivo en un espacio para el disfrute de la comunidad, fue generada por el intento de usurpación que sufrieron meses atrás por parte de una familia que justificaba la usurpación por haber sido estafada con la compra de otro terreno en el mismo barrio.
El pasado 8 de septiembre, personas ajenas al barrio SOEM ingresaron material de construcción dentro de un terreno que se encuentra alambrado, con la clara intención de ocupar el lugar. Frente a esta situación, los vecinos encabezados por el presidente del Centro Vecinal, Gustavo Moyano, se acercaron para hablar con la familia y evitar la toma de un terreno que estaba destinado a esparcimiento. Los usurpadores justificaron la toma por haber sido estafados con la compra de un terreno en otro sector del barrio y manifestaron, además, que contaban con el apoyo del secretario del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) para concretar la ocupación.
La explicación no conformó a los vecinos cuyos hijos utilizan el terreno como un espacio de juegos a pesar de estar vacío pero completamente alambrado, por lo que decidieron pedirles el desalojo. Luego de arduas discusiones, la familia usurpadora se fue sin que se hayan producido hechos de violencia. “Ese intento de ocupación nos puso en alerta frente a la posibilidad de que podamos perder este lote. Por esa razón comenzamos a investigar sobre su pertenencia y a trabajar para concretar la construcción de una plazoleta, que fue para lo que siempre estuvo destinado”, explicó Moyano.
El barrio SOEM surge de una donación de terrenos por parte del ingenio San Isidro hacia el gremio municipal, para la construcción de viviendas destinadas a los empleados municipales. El terreno se subdividió en lotes donde se construyeron viviendas por medio del IPV, las que fueron entregadas a los socios del SOEM, quedando libres lotes para la construcción de una capilla y la plaza. La capilla fue construida luego de varios años de trabajo de una comisión conformada con esa finalidad. En el espacio verde se construyó un playón deportivo y quedó pendiente la plazoleta. Todo el terreno fue alambrado para evitar intentos de ocupación y para el resguardo de los niños debido a que se encuentra muy cerca de la ruta provincial 11.
“Fue la unión de los vecinos lo que hizo posible que en poco tiempo estemos inaugurando la plazoleta. Reciclamos juegos infantiles, construimos bancos, plantamos árboles, instalamos mesas. Es cierto que falta muchísimo, pero es un comienzo. Aún estamos en plena tarea pero quisimos habilitarla antes de las Fiestas. Ahora los chicos podrán jugar mientras sus padres matean en las cercanías”, declaró Gerónimo López, vecino y actual dirigente de UPCN
El día de la inauguración de la plazoleta se descubrió un cartel con el nombre de Juan Zorrito Zalazar en honor a un muy querido empleado municipal ya fallecido. También se bajó la llave de luz, que permitió el encendido de las luces de un arbolito de Navidad construido con material reciclable, del cual también participaron todos los vecinos.
“Hoy vivimos una jornada de mucha emoción. Somos un barrio de 125 viviendas, pero con gente muy solidaria. Podremos hacer muchas cosas si esta unión se mantiene”, destacó Moyano.
De acuerdo a un proyecto realizado por el arquitecto Joel Grunauer, el terreno recuperado contará a futuro con una salita de primeros auxilios y un salón de usos múltiples. “Para lograr todo lo que está proyectado en ese plano, vamos a necesitar la colaboración de la Municipalidad y de los legisladores en la gestión de los fondos”, manifestó el presidente del Centro Vecinal.