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El gobierno de Javier Milei volvió a restringir operaciones cambiarias: quienes compren dólares por el mercado oficial no podrán operar con dólares financieros y viceversa, una medida que reinstala de forma parcial el cepo cambiario.
La limitación cruzada había sido eliminada el 14 de abril, cuando se anunció un levantamiento parcial del cepo para personas físicas, aunque se mantenía para personas jurídicas.
La semana pasada se había aplicado la misma restricción a personas vinculadas a entidades financieras; con la nueva norma, quienes operen en el mercado libre de cambios no podrán operar en el mercado de bonos, al contado con liquidación (CCL) o MEP, y viceversa.
Con esta medida, el Gobierno nacional apunta a restringir la circulación de divisas y ejercer un mayor control para acumular reservas.
La acumulación de dólares por parte del Banco Central y del Tesoro para afrontar vencimientos de deuda es una de las exigencias del acuerdo con el FMI, y constituye la principal hoja de ruta acordada con el gobierno de Estados Unidos.
La razón: frenar un "rulo" con ganancias de hasta $1.000.000
La decisión del Gobierno responde directamente a la masificación de una "avivada" financiera que se había popularizado en las últimas semanas. La maniobra obligó al equipo económico a tomar una medida drástica para cortar la sangría de divisas que generaba este arbitraje.
El "rulo" consistía en comprar dólares en el mercado oficial, que el martes cotizaba a $1.385, y venderlos inmediatamente en un mercado más caro, como el paralelo ($1.410) o el MEP. Esta simple operación dejaba una ganancia de hasta $25 por dólar, lo que se traduce en $25.000 por cada US$ 1.000, o $250.000 por el cupo de US$ 10.000.
Un informe de iProfesional calculaba que una familia de cuatro integrantes podía llegar a generar una ganancia de entre $600.000 y $1.000.000 con esta operatoria, que si bien ya era ilegal en su pata de venta informal, ahora queda bloqueada en su circuito legal a través de la bolsa.