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Juicio por Jimena Salas: declararon familiares, profesionales del CIF y la ex suegra de Javier Saavedra

Los hermanos Saavedra están siendo juzgados por homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa por el concurso premeditado de dos o más personas, femicidio.
Jueves, 09 de octubre de 2025 13:41
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El juicio seguido contra los hermanos Adrián Guillermo Saavedra y Carlos Damián Saavedra, imputados por el homicidio de Jimena Beatriz Salas, prosiguió hoy con la recepción de pruebas testimoniales. Declararon familiares de la víctima, profesionales del CIF, la exsuegra de Javier Saavedra y un excompañero de los talleres que dictaba en  Floresta.

Los hermanos Saavedra están siendo juzgados por homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa por el concurso premeditado de dos o más personas, femicidio.

La jornada comenzó con la comparecencia de un músico que dijo haber conocido a Javier Saavedra porque daban clases en un comedor comunitario de barrio Floresta. Era una actividad organizada en forma conjunta entre el municipio y una fundación. El testigo indicó que los habían convocado a principios de enero de 2017 y las clases comenzaron a dictarse a mediados de febrero.

Señaló que previamente al inicio de los talleres se había organizado un festival para presentar el proyecto a la gente del barrio. Se hizo el 28 de enero de 2017. El día anterior habían tenido una reunión en el comedor comunitario, por la tarde. El testigo sostuvo que esta actividad se había desarrollado de 15 a 16, aproximadamente, y que en el lugar habían estado presentes Javier Saavedra y su novia.

En relación al aspecto físico de su compañero de taller, precisó que era delgado, alto y que usaba el cabello un poco largo y la barba tupida, sin bigote. Dijo creer que Javier Saavedra llevaba barba el día del festival (28 de enero). Se le exhibieron imágenes de ese evento que él mismo había grabado y subido a su Facebook. En ellas se percibe que el joven tiene el cabello corto y no lleva barba.

El testigo también fue consultado acerca de un posteo que había realizado en esa red social tras la detención de Javier. En ese mensaje expresaba sus dudas acerca de su participación en el crimen y mencionaba la reunión que ambos habían compartido en Floresta, la tarde del viernes 27 de enero.

Finalmente, aportó que sabía que Javier tenía un auto grande, de color oscuro, porque en una oportunidad había ido a su casa a buscar unos instrumentos conduciendo ese vehículo.

Durante la mañana también compareció la exsuegra de Javier Saavedra. Contó que su hija comenzó a salir con él meses antes del 27 de  noviembre de 2016. Dijo que lo tenía presente porque es la fecha de cumpleaños de su hija y porque en esa oportunidad Javier le había regalado una perrita gris que llamaron Bonis.

La testigo explicó que, como en su casa ya había seis perros y no era lo suficientemente segura, acordaron que la mascota se quedaría en la casa de Javier, en barrio Parque Belgrano.

Manifestó que a partir de este noviazgo, ella forjó una relación de amistad con la madre de Javier, a quien siguió visitando incluso después de que ambos jóvenes dieron por concluida la relación. Dijo que la ruptura se había dado de mutuo acuerdo, por el factor de la distancia, debido a que Javier se había mudado a por trabajo a Santa Victoria Este y su hija se había abocado a su carrera universitaria.

La testigo fue consultada acerca una manifestación realizada por ella en su primera declaración, en fiscalía. Es esa oportunidad se había referido a comentarios que habían comenzado a circular en su trabajo tras la detención de Javier en relación al parecido entre el joven y la mascota de su hija con las imágenes difundidas por los investigadores en el marco del caso.

Afirmó desconocer de dónde había salido ese rumor y aseguró no haberle confesado a nadie su preocupación al respecto. Admitió que en un primer momento le llamó la atención porque las perritas eran de la misma raza, pero ella tenía una foto de Bonis, de 2017, y era más chiquita que la que aparecía en las fotos de la causa.

Seguidamente declararon un primo del viudo de Jimena Salas y su esposa. Ambos coincidieron en que la víctima era muy precavida en cuanto al contacto con extraños. También manifestaron que le gustaban mucho los perros y que era muy solidaria.

Finalmente compareció una psicóloga del CIF que entrevistó a una de las hijas de Jimena Salas en circuito cerrado de televisión, poco después del hecho y tras verificar si la menor se encontraba en condiciones emocionales de afrontar el proceso. Indicó que a pesar de su corta edad, tenía lenguaje simbólico y podía elaborar frases cortas.

Sostuvo que la niña contó que un “chico malo” o “señor malo” había entrado a la casa, se había peleado con su mamá y la había lastimado con un cuchillo. También mencionó que este hombre había llevado un perrito. Dijo que la habían encerrado en el baño con su hermana y que su papá había llegado a salvarlas.

La profesional refirió que la niña mencionó en varias oportunidades que su mamá “estaba lastimada”, “enfermita”.

El juicio se desarrolla con tribunal colegiado integrado por los jueces José Luis Riera (presidente), Mónica Faber y Maximiliano Troyano (vocales). Por el Ministerio Público interviene una unidad fiscal conformada por los fiscales Mónica Poma, Gabriel González y Leandro Flores. La defensa de los imputados está a cargo de Marcelo Arancibia. Como querellante, en representación de la familia de la víctima, interviene Pedro Javier Arancibia.

El hecho que se juzga en esta instancia ocurrió el 27 de enero de 2017 en barrio San Nicolás de la localidad de Vaqueros.

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