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Víctor Dávila reside junto a su familia en el barrio 200 viviendas al norte de Tartagal y desde el fin de semana anterior la vida de su familia cambió rotundamente cuando Agustín, su nene de 12 años, perdió la vida trágicamente en una de las piscinas del complejo La Cabaña del Rey.
El dolor de la familia es grandísimo pero aún así, Víctor, el papá del nene, se refirió al hecho que le costó la vida a uno de sus hijos “porque no queremos que ninguna familia tenga que pasar por el dolor que estamos sintiendo. Sabemos que para mi hijo es tarde y más allá de que la Justicia actúe no vamos a recuperar su vida. Hoy solo nos queda llamarnos a silencio, tratar de buscar un poco de paz y recordar los buenos momentos que vivimos con nuestro hijo amado, un chico sano que solo quiso ir a pasar un buen momento junto a su hermana, pero que murió por la falta de las mínimas medidas de seguridad que debe tener un lugar así”.
Tragedia
Víctor recordó que el sábado pasado su hijo Agustín fue junto a Carolina (19), su hermana mayor, al complejo ubicado al costado de la ruta nacional 34, entre las localidades de Tartagal y Mosconi.
“Mi hijo era un niño completamente sano como lo demuestra la historia clínica de su médico pediatra; no se desmayaba, no tenía epilepsia ni ninguna enfermedad preexistente como se comentó, no sé con qué intención”.
“No habían bañeros”
El padre del infortunado menor recordó que su hijo “se estaba bañando en una de las piletas del Rey y, según lo que me cuenta mi hija, recién se dieron cuenta que se había ahogado cuando su cuerpito comenzó a flotar. En el balneario no había bañeros ni médicos ni enfermeros. Según la enfermera, se había retirado porque había poca gente, pero lo real es que el lugar no tiene bañeros. La policía, si es que tenía personal, era para sacar a los borrachos pero no para salvar la vida de la gente; ellos nada pueden decir al respecto porque no estaban en el lugar, no saben nada”, expresó indignado Víctor Dávila.
El hombre recordó que fue un asistente al balneario quien sacó a Agustín de la piscina “porque el lugar no cuenta con bañeros profesionales como debería corresponder a un lugar donde concurre tanta gente. Esto está lo suficientemente comprobado y además hay gente que estuvo en ese lugar y está indignada; por tanto se ofrecieron a ser testigos cuando la Justicia los requiera”, finalizó con tristeza.
Una familia destrozada
El papá de Agustín, quien estudiaba en el colegio San Francisco de Tartagal, recordó que “recién el miércoles pasado pudimos darle cristiana sepultura a su cuerpo. La autopsia determinó que tenía agua en los pulmones porque mi hijo murió ahogado. Ahora, para nuestra familia que está destrozada es momento de descansar, tratar de recuperar algo de paz y esperar justicia. Tuvo que sucederle esto a mi hijo para que ahora recién se hable acerca de si estos lugares tienen bañeros, médicos o enfermeros. No lo vamos a tener más entre nosotros y solo nos queda recordar los buenos momentos que hemos vivido”, reflexionó el papá de Agustín.
Ninguno de los natatorios y balnearios de Mosconi o Tartagal cuentan con habilitaciones otorgadas por bomberos voluntarios o de la Policía Provincial. No obstante, todos funcionan prácticamente desde noviembre del año pasado.