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Las altas temperaturas han hecho que las piletas se conviertan en nuestras mejores amigas a la hora de capear el calor, pero un día en el agua tampoco sería lo mismo sin otro de los rituales predilectos: tomar sol hasta agarrar un bronceado fascinante.
Y aunque estas cosas son las que más nos alegran en el verano, nuestro cuerpo también sufre, sobre todo nuestra piel y cabello. Pero no te preocupes, porque tenemos algunos tips que te ayudarán a cuidar estas partes que tanto se dañan durante las vacaciones.
Cuidados para la cara
-Después de tomar sol, échate en el rostro gel limpiador para quitar los excesos de grasa que por lo general dejan los bloqueadores y bronceadores.
-Una vez por semana, aplícate un exfoliante suave para retirar las células muertas y las impurezas. Esto puedes complementarlo con mascarillas de productos naturales, como aceite de oliva, miel y palta.
Cuidados para el cuerpo
-A veces genera cansancio, pero hay que hacerlo. La ducha después de una tarde de piscina es necesaria para quitar los residuos de cloro que el agua deja en la piel. Puedes complementar esto con un jabón que tenga ph neutro para no maltratar tanto la piel.
-Después del baño, humecta tu cuerpo con mucha crema, así nutrirás de inmediato las zonas que estuvieron expuestas por tantas horas al sol y al agua con químicos.
-Echate más crema en la zona del rostro, del escote y el cuello, que suelen ser las más sensibles
-Lo ideal es que las cremas tengan componentes antioxidantes y sustancias descongestivas, como por ejemplo vitaminas A, E, C y D, ácido hialurónico, ginseng, jojoba, soja, úrea, aloe vera o manzanilla.
-Si te quemaste mucho, usa algún tipo de loción after sun. Son muy buenas para aliviar el malestar que provocan las quemaduras.
Cuidados para el pelo
-El pelo es una de las partes que más sufre con el verano, sobre todo por el contacto con el cloro del agua y por ser una de las zonas que recibe más rayos solares. Por eso es muy recomendable que uses productos con siliconas, aceite de jojoba o keratina, y que idealmente tengan protección solar porque los rayos ultravioleta resecan el cabello al igual que la piel, y además afectan su estructura.
-Además, el cloro y la sal provocan pérdida de la humedad. Entonces el pelo se deshidrata y pierde brillo. Después de ir a la pileta o a la playa hay que enjuagarlo con agua potable y echarse productos protectores que hidraten. Si tienes el pelo teñido, lo ideal es que uses aceites capilares con protección UV para conservar la coloración.
Qué hacer si nos quemamos con el sol
Hay muchas veces que no tomamos las medidas adecuadas y el sol nos acaba quemando la piel. En estos casos, que debemos evitar a toda costa, es importante que sigamos una serie de consejos para aliviar la piel y devolverla a su estado normal.
Uno de los signos inequívocos de quemaduras solares en la piel es el tono rojizo de la zona afectada, además del dolor que supone el roce de esta parte con cualquier prenda e incluso a veces con el simple movimiento de cualquier parte del cuerpo. El calor en la zona afectada es otro signo claro de que nos hemos pasado con el tiempo de exposición al sol.
En primer lugar lo que tenemos que hacer es darnos una ducha con agua tibia sin frotar la piel afectada. La hidratación es esencial cuando nos hemos quemado la piel, pues ésta conseguirá devolver a las células de la piel su estado habitual poco a poco. Para ello podemos echar mano de after sun o de cualquier crema indicada para hidratar la piel después de ponerla al sol.
La loción ideal para recuperar la piel y hacer que se regenere es una solución de aloe vera y vitamina E. El aloe vera calmará la piel mediante una hidratación profunda, además de ayudar a que se regenere.