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Los anuncios sobre sostener las bandas cambiarias, la búsqueda de dólares con un préstamo contingente del gobierno de EE. UU. y la quita de retenciones, tratan de dar señales a un mercado bursátil en "modo pánico" en un escenario político de "golpe blando", según los dichos del presidente Milei.
El escenario político no es el de un golpe blando, denunciado por los voceros gubernamentales, ya que, según Gene Sharp, algunos rasgos del golpe de estado blando son:
* "Denuncias de corrupción" y "promoción de intrigas".
* Acusaciones al gobierno de totalitarismo, por atentar contra la libertad de prensa y los derechos humanos.
* Reivindicaciones políticas y promoción de protestas y manifestaciones que amilana las instituciones.
* Clima de ingobernabilidad con manifestaciones callejeras y aislamiento internacional.
La fisonomía del "golpe blando" nos muestra que las intrigas, sospechas de corrupción y atentar contra la libertad de prensa son generados por la acción del gobierno. Las protestas en las calles son motivadas por la defensa de las instituciones y las creencias arraigadas en el imaginario colectivo como la defensa de la educación pública, los derechos humanos de los discapacitados o el federalismo de las provincias. Por último, el aislamiento internacional no es tal, ya que estamos instalados en el mundo como furgón de cola de los presidentes Trump y Netanyahu.
Entonces, la denuncia de "golpe blando" ¿a qué se debe? La repuesta intuitiva es acordarse de lo que dijeron algunos dirigentes kirchneristas sobre el "fin del gobierno de Milei" o tomar como cierta la denuncia de golpe del gobierno. Pero, como siempre, en estas dos repuestas pervive la intención de polarizar – a cinco semanas de las elecciones – potenciando la idea de nosotros o los otros, es a todo o nada.
La respuesta certera nos la da la misma sociedad cuando, hastiada de las peleas de facciones casi, la mitad del electorado no fue a votar en las elecciones realizadas en las distintas provincias. Con la llamada de atención sobre las elecciones bonaerenses: más de 6.000.000 de personas prefirieron no ir o votar en blanco antes que votar a ninguno. Así, LLA perdió la mitad de sus potenciales votantes, comparando con las elecciones de dos años atrás. íGran lección!, como se dice: para algo sirve votar.
En el mismo sentido, la respuesta de la sociedad busca otro tono de relación política que saque a Argentina de la confusión y la desilusión. Ambas promocionadas por el deseo de algunos dirigentes opositores del "fin de Milei" o por quienes no reconocen el acierto del equilibrio fiscal y la baja de la inflación. Tampoco por los oficialistas que no aceptan disidencias ni diferentes ideas que las propias.
En este contexto, esta medida inesperada de quitar las retenciones agropecuarias, que generarían aumento de 100 dólares por tonelada, va en busca de aproximadamente 10 mil millones de dólares y es un mensaje político a Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
Mensaje de coyuntura para un electorado esquivo, y un giro táctico para dejar sin uno de los principales argumentos políticos a los adversarios de las próximas elecciones. También una transferencia de ingresos al sector agropecuario y una disminución de ingresos al estado nacional.
La conversación pública y el ánimo social no cambiará, si el gobierno no acepta que se equivocó en algunas medidas económicas y la oposición sucumbe a la tentación de cobrarse el doble por lo que hace un año era gratis, como el acuerdo por la "Ley bases".
La tarea de todos es lograr que la crisis política se resuelva no en un resultado de "suma cero" donde el que gana "toma todo" y el que pierde "nada".
Las sociedades que progresan no funcionan por optar entre "todo" o "nada", esta opción es de tahúres no de estadistas.